“QUERIDA TRASTIENDA”.
Metafóricamente, podríamos concebir la trastienda, como aquel lugar o espacio en el que ocultamos todo aquello que nos resulta desagradable. Fundamentalmente aquellos aspectos o rasgos que guardan una estrecha relación con nosotros y nos resultan irritantes. Creamos y establecemos un pequeño universo de índole residual, en el que guardamos todo aquello que nos resulta penoso, molesto y engorroso. La trastienda, se asemeja al cubo de la basura de la casa, solo que sin opción ni capacidad para reciclar. Debido a la rigidez e inflexibilidad de nuestra estructura mental, apenas si regeneramos y aprovechamos el contenido y el materia que depositamos en la trastienda. La trastienda, como lugar oscuro e incómodo, suele producirnos pavor y terror. No debemos olvidarnos que tanto su gestación como creación, así como ahora su mantenimiento y conservación, depende de cada uno de nosotros. Somos quiénes elaboramos, creamos y establecemos los fantasmas, monstruos y dragones, y por lo tanto qu...